Sra. Maya Mitalipova
Directora de Comunicaciones de Asia Central
Maya estudió en la Academia Agrícola Timiryazev de Moscú y en 1988 recibió su maestría en Genética. Luego regresó a Almaty, Kazajstán, donde trabajó como asistenta de investigación en el Instituto de Biología Experimental. Después de obtener su doctorado en el Instituto de Genética Médica de Moscú en 1995, Maya recibió un puesto como Científica Investigadora Senior allí.
En 1996, un destacado profesor de embriología, Neal First, invitó a Maya a trabajar en su laboratorio en la Universidad de Wisconsin- Madison. Como científica postdoctoral en el laboratorio de First, sus colegas científicos en Escocia clonaron a la oveja Dolly. En ese momento, bajo la supervisión de First, Maya estaba trabajando en la clonación de terneros. En 1997, Maya y Neal aparecieron por primera vez en la primera página del New York Times en un artículo escrito por Gina Kolata, quien luego publicó el libro “Clonación”. Maya había publicado varios artículos científicos con Neal First sobre clonación y células madre embrionarias bovinas. En 1999, Maya había clonado dos terneros de fibroblastos mediante el uso de tecnología de transferencia nuclear.
En 2001, Maya aceptó un trabajo en la empresa australiana de biotecnología BresaGen, Inc., donde fue la primera científica que trabajó en células madre embrionarias humanas. Desde entonces, Maya ha compartido sus conocimientos con científicos de todo el mundo, participando en programas de enseñanza como docente en el Laboratorio de Biología Marina en Woods Hole, Massachusetts; Universidad de Stanford, California; Universidad de Pittsburgh, Pensilvania, e incluso se le ha otorgado el mote de “Reina de las Células Madre”. En agosto de 2005, Maya se unió al Instituto Whitehead para la Investigación Biomédica del MIT, donde le ofrecieron el puesto de supervisora del primer Laboratorio de Células Madre Humanas.
En 2007 Maya trajo a su madre, Janet Kassymova, a los Estados Unidos. La Sra. Kassymova fue diagnosticada con la enfermedad de Parkinson. En lugar de llevarla a un asilo, Maya se convirtió en la única cuidadora de su madre durante casi 11 años. Aprendió todo lo que pudo sobre la enfermedad. En los últimos cinco años, el hermano y la hermana de Maya vinieron desde Almaty a ayudarla a cuidar de su madre. En septiembre de 2017, Maya perdió a su amada madre en la batalla contra la enfermedad de Parkinson. La madre de Maya descansa en el cementerio de Boston, donde Maya la visita todos los fines de semana.